Día a Día de Un Santo En Vaqueros

¿CÓMO PODEMOS SER NIÑOS SANTOS?

  • Cuando pensemos en nuestros AMIGOS podemos decir, como S. Domingo Savio: "Mis amigos serán Jesús y María''
  • Estar tiempo con Jesús. Hacer  ORACIÓN. Pasar por la capilla del cole y saludar  a Jesús, ...
      No sólo rezar oraciones de memoria sino poner en ellas el corazón, orar es platicar con Dios.


  • Ir a MISA Y COMULGAR
          La Misa, es el lugar más hermoso del mundo, es como estar en el cielo porque ahí está presente Jesús que se nos da  en la comunión.


  • La Confesión. Acercarnos al perdón que Dios siempre nos da cuando  hemos pecado. Así recuperamos  su amistad y volvemos a ser felices.

  • La Gracia. Confiar en Dios,  saber que sólo porque Jesús nos acompaña siempre, podemos ser buenos.

  • Escuchar la Palabra de Dios. Conocer lo que Dios nos dice en la Biblia, aprender el catecismo, para hacer lo que le agrada a Dios.

  • Anunciar la Palabra de Dios. Ser misioneros, llevar a otros la alegría de encontrarse  con Jesús, lo podemos hacer con palabras, con nuestro comportamiento, con nuestra compañía, ayudando a los demás con amor.



¿ Dónde están ?

Puede que os preguntéis dónde están todos estos superhéroes sin capa de los que os hablamos. Los santos en vaqueros no tienen por qué ser famosos, ni siquiera tienen por qué ser curas o monjas y tampoco pueden volar o teletransportarse.
Los santos en vaqueros están en el supermercado, en el parque, en el colegio, en la playa, cruzando la calle, parando un taxi, cogiendo el metro... Los santos en vaqueros están en todas partes.
 

¿ Qué hace un santo que no haga yo? 

Los santos se enfadan, pegan, dicen palabrotas, son vagos, se quejan, insultan, critican, se desesperan, se olvidan de los demás, se equivocan una y otra vez. Sí, sí, los santos, porque todas las personas cometen errores, y los santos, no dejan de ser personas. Y entonces, ¿cuál es la diferencia entre un santo uno que no lo es?
La diferencia está en que cada vez que un santo se equivoca, se arrepiente, pide perdón y se propone mejorar.
Un santo es alguien que aprovecha esos errores, para acercarse más a  Dios.
No son nada tontos, no.

¿Pero qué hace ? ¿Qué hace un santo?

Para contestar de una vez por todas a esta pregunta, que parece importante, por lo mucho que os viene a la mente, vamos a poner un ejemplo con la vida de un niño.

 Dani va a Sexto de Primaria, es bueno al fútbol y con el cálculo, pero lengua se le da muy mal.

1) Cuando se levanta por las mañanas tiene siempre mucho sueño porque entrena por las tardes y hace los deberes por las noches.

Se queja y contesta mal a su madre, que siempre se acaba enfadando con él porque hace esperar a su padre para salir al trabajo y dejarle en el colegio.

2) En el colegio Dani tiene bastantes amigos, además suelen escucharle siempre cuando da su opinión y nunca se ríen de él. De otros niños sí, a Dani hay días que le da pena y días que le hace gracia, nunca, nunca dice nada, ni para defenderles, ni para lo contrario.

3) En clase Dani está sentado al lado de una niña muy alta que no sabe estarse quieta ni callada, y lo que más le gusta es hablar mientras el profesor explica algo y luego preguntar por lo que ha dicho. También le gusta preguntar cosas en general , sobre cualquier tema, pero siempre a Dani. A él le pone muy nervioso esta afición suya y también el tono de voz agudo de su compañera, por eso suele ser muy antipático con ella. 

4) Cuando sale del colegio, va directo a fútbol, y como tiene mucha prisa siempre por llegar de los primeros al campo, nunca merienda con su hermano Alex, ni cuenta a su madre lo que ha hecho durante el día, aunque a ella le encantaría. En el entrenamiento Dani es de los mejores, pero hay un chico que también es muy bueno y siempre busca pelea con él, porque le tiene envidia o miedo o las dos cosas. Dani siempre le deja mal delante de todos, no solo porque juega mejor, sino porque le contesta y le corta cada vez que le dice algo para picarle.

5) Cuando llega a casa, lo único que quiere es dormir o jugar un rato a la play. Hace los deberes sin poner mucha atención y luego corre a la cama y o a la consola, escaqueándose de cenar o estar con su familia si puede.

Un día Dani escucha en misa que todos, todos, todos, hemos nacido para ser santos. No se lo puede creer. No lo entiende.
 Preguntó con curiosidad a su madre, que era una santa en vaqueros, aunque Dani no lo sabía.
Ella le explicó que los santos, eran los que intentaban parecerse a Dios en todo lo que hacían.
A partir de ese día, Dani hizo una lista de las cosas que podía hacer en su día a día para parecerse más a Dios.

1) Levantarme de buen humor.
2) Defender a los "pringadillos" de clase.
3) Contestar a su compañera de pupitre como si fuera mi mejor amiga.
4) Merendar con Alex aunque tenga que ponerme el último para correr en el entrenamiento.
5) Contar a mamá lo que he hecho durante el día aunque esté cansado.
6) Tratar de que en el entrenamiento nadie pueda picarme y no entrar en el juego de querer ser el mejor,
7) Hacer los deberes aplicándome y sin copiar y pegar. 
8) Cenar con todos y ayudar a recoger a papá y mamá.
9) Jugar a la play 20 min máximo para poder levantarme antes al día siguiente.



¿ Y ya está? 


No se trata de hacer exactamente lo que hace Dani o lo que hizo Santa Teresa o San Francisco de Asís, se trata de que tengas tu propia lista, tu propia arma secreta, para parecerte más a Dios día a día.



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